Cada vez son más los ayuntamientos que quieren ser protagonistas de la lucha contra el cambio climático. El compromiso de la administración local se materializa a menudo en la adopción de planes de acción para reducir las emisiones de efecto invernadero, el aumento de las fuentes de energía renovable y la mejora de la eficiencia energética en el municipio.
Es el caso de los Ayuntamientos de Alcúdia, Binissalem, Llucmajor y María de la Salud que con el apoyo del Consejo Insular han iniciado este año la redacción del Plan de Acción para la Energía Sostenible y el Clima (PAESC), una hoja de ruta que fijará el calendario y las acciones que deberán llevarse a cabo, basadas en un inventario de emisiones de los gases de efecto invernadero emitidos en el municipio.
Las acciones se centrarán principalmente en mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos, el alumbrado público, la producción de energía renovable en el municipio, así como actuaciones concretas para disminuir el consumo de combustibles asociados al transporte y acciones que permitan una adaptación del municipio a los impactos del cambio climático (incremento de la temperatura, sequía, olas de frío…).
El objetivo es la reducción de un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030 tomando como base el 2005, y al mismo tiempo reducir su consumo energético. Y aquí es donde los ciudadanos tendrán que jugar un papel muy importante, tanto en el cambio de hábitos como en pequeñas acciones del día a día que pueden mejorar la eficiencia energética en el ámbito doméstico.
La elaboración del plan correrá a cargo de la empresa Inergy.
Con esta iniciativa los ayuntamientos mallorquines dan cumplimiento a los compromisos adquiridos en 2016 cuando suscribieron el Pacto de Alcaldes y Alcaldesas para el Clima y la Energía, la corriente principal del movimiento europeo que involucra las autoridades locales y la ciudadanía en la lucha contra el cambio climático.